miércoles, 4 de mayo de 2016

Práctica 3: Analiza la función a la que estaban destinadas determinadas imágenes de la historia del arte.




1.-El beso de Gustav Klimt.


Beso de Gustav Klimt.
El beso de Gustav Klimt es una clara muestra del quehacer pictórico de Klimt, presidido en su mayor parte por representaciones femeninas que se yuxtaponen o funden con espacios abstractos de intenso decorativismo en los que las manchas cromáticas, alternadas con los brillos metálicos del oro y la plata, se combinan intensamente.













2.-La escuela de Atenas.


La escula de Atenas.
Técnicamente, el maestro hace gala de una magistral sabiduría en el tratamiento del color que, con la combinación de luces y sombras, ayuda a clarificar la compleja escena.

El fresco supone un prodigioso equilibrio entre la composición estática del Quattrocento y el nuevo dinamismo que el artista imprime a la escena.

Además, en muchas partes del fresco se puede advertir la tendencia del maestro al simbolismo.





3.-Joaquín Sorolla, niños en la playa.


Niños en la playa
El cuadro representa una playa de aguas cristalinas, con tres niños sobre ella.

Los niños se hallan completamente desnudos (así nadaban en el pasado los niños) y tendidos boca abajo sobre el barro mientras el agua les lame la piel, teniendo distintas posiciones y atributos: uno de ellos, rubio y de piel clara, así como aparentemente de menor edad, se apoya sobre un codo mirando hacia otros dos niños, morenos y de piel más oscura, cuyos cuerpos yacen en otra dirección.


4.-Muchacha con turbante.


Muchacha con turbante
La joven recorta graciosamente su perfil, dentro de un oscuro fondo, para dirigir su intensa mirada hacia nosotros.

Los colores antes aludidos, típicos de Vermeer, se concentran en el turbante azul y el paño amarillo, con un logrado contraste de gran belleza armónica. 

Dos puntos brillantes nos sirven de contraste lumínico: El labio inferior de la joven, exquisitamente lírico, y la perla que adorna su oreja izquierda, que sirve además de punto de fuga.








5.-La muerte de Marat – Jacques-Louise David.


La muerte de Marat
David cambió el aspecto del baño para darle un aire mucho más conveniente a la imagen de un cabecilla revolucionario. 

A pesar del implacable y angustioso dramatismo , el fondo neutro y vacío hace destacar en primer plano el cadáver que emerge de la bañera, existe una especie de trágica dulzura en el rostro de Marat.

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